Diagnóstico:
Evaluación clínica: El veterinario realizará un examen físico completo de tu gato, prestando especial atención a su movilidad y comportamiento. La International Cat Care (ICC) señala que los signos de artrosis en gatos pueden incluir cojera, dificultad para levantarse, rigidez al caminar y cambios en el comportamiento, como irritabilidad o letargo.
Radiografías: Las radiografías son una herramienta diagnóstica clave para confirmar la presencia de artrosis y evaluar el grado de afectación de las articulaciones. Según la American Association of Feline Practitioners (AAFP), las radiografías pueden mostrar cambios característicos en las articulaciones afectadas, como erosión del cartílago y formación de osteofitos (espolones óseos).
Tratamiento:
Manejo del dolor: El manejo del dolor es fundamental en el tratamiento de la artrosis en gatos. Tu veterinario puede recomendar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y mejorar la movilidad de tu mascota. Es importante seguir las indicaciones del veterinario y administrar los medicamentos según lo prescrito.

Suplementos nutricionales: Algunos suplementos nutricionales, como los ácidos grasos omega-3 y condroitina-glucosamina, pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud articular en gatos con artrosis.
Terapia física y ejercicio: La terapia física, que incluye masajes, ejercicios de estiramiento y terapia con calor, puede ayudar a mejorar la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones afectadas. Además, mantener a tu gato en un peso saludable y proporcionarle ejercicio regular pueden ayudar a reducir la carga sobre las articulaciones y mejorar su bienestar general.
Modificaciones en el entorno: Realiza ajustes en el entorno de tu gato para facilitarle el acceso a sus áreas de descanso y a la caja de arena. La ICC recomienda proporcionar superficies blandas y cálidas para que tu gato descanse, así como rampas o escalones para ayudarlo a subir y bajar de los muebles con facilidad.
Es importante recordar que la artrosis es una enfermedad crónica y progresiva, por lo que el tratamiento puede requerir un enfoque multidisciplinario a largo plazo. Si sospechas que tu gato puede estar sufriendo de artrosis, no dudes en consultar a tu veterinario para obtener un diagnóstico y plan de tratamiento personalizado. Con cuidados adecuados y atención veterinaria, puedes ayudar a tu gato a vivir una vida cómoda y feliz a pesar de esta enfermedad.